La opinión pública del mundo, no solamente experta, sino también y la más exstensa, en ultimos años se confronta  con improcedente y casi increible distorsión de la verdad histórica sobre los serbios y Kosovo y Metohija, el centro de su civilización. Hay muchos ejemplos de interpretaciones perjudiciales de algunos acontecimientos en historia balcánica y europea, pero, casi no hay ejemplos de una manipulación tan inmoral de los hechos históricos. Los albaneses en Kosovo nunca estuvieron, ni están ahora las víctimas de la limpieza étnica por parte de los serbios, sino lamentablemente, los serbios masivamente estuvieron las víctimas de la limpieza étnica que ejecutaron los albaneses en el siglo 19 (especialmente en el período desde el año 1878 hasta 1912) con la ayuda prestada por las autoridades turcas, y de la limpieza étnica con el patronato ejercido por Italia facista y Alemania nazi y en el período posterior a la Segunda Guerra mundial, con el apoyo benévolo del régimen comunista de Yugoslavia de Tito.

La historia de Europa del sudeste es muy compleja, y con ningún objetivo, ni siquiera con el del “Nuevo Orden del Mundo” no se puede justificar la obvia simplificación y manipulación. Las conquistas turcas en segunda mitad del siglo 15 pararon los alcances de civilización y el patrimonio de los pueblos cristianos de los Balcanes. La ocupación turca destruyó las sociedades de estos pueblos, su élite política, social y cultural, arruinó y destruyó muchas ciudades medievales, los templos ortodoxos y otros monumentos de cultura. La esencia de la civilización de los procesos hostóricos en los países serbios y en toda Europa del sudeste hasta el siglo 20 proviene del conflicto de la civilización cristiana europea y el islam radical, que los Turcos trajeron a estas regiones (Europa del sur no tuvo contactos con los altisímos alcances de civilización islamica árabe, sino con el islam militar y militante de los turcos- los seleucidas.

Kosovo y Metohija son, según lo destacó varias veces Henry Kissinger, el secretario del estado de Estados Unidos, el ejemplo más obvio del conflicto de estos dos modelos de sociedad y civilización en un espacio muy limitado. Un gran porcentaje de los albaneses en Albania abrazó islam, pero no aceptó casi nada de la civilización islámica. Los serbios y otros pueblos cristianos en los Balcanes, apoyaron fuertemente el afán de Europa cristiana a suprimir el Imperio otómano de Europa central (especialmente hasta el fin del siglo 17). Después de la derrota de la coalición cristiana en el conflicto con Turquía y después de que las fuerzas europeas retrocedieron de las partes del sur de Serbia actual, los albaneses de Albania con la protección del gobierno turco, comenzaron a popular Serbia, principalmente la región de Metohija y luego de Kosovo. Desde aquel tiempo comienza el proceso de la cotidiana supresión de los serbios ortodoxos, como cristianos por la parte de los recién llegados albaneses musulmanes. A partir de aquel momento comienza la etapa más brutal de la destrucción de los templos serbios, monumentales y espirituales (la iglesia de Bogorodica Ljeviska estuvo convertida en mezquita, en el año 1756), y de los monumentos de cultura acompaáada de varios tipos de violencia y crimenes. Las numerosas fuentes históricas en los archivos del Vaticano y Viena, pero también y en los archivos de otros países nos ofrecen los testimonios de lo ocurrido. Los albaneses que llegan de Albania son exclusivamente los ganaderos y llegan con sus numerosos ganados, ocupando los campos fértiles de Metohija y Kosovo. Ellos no tienen sus monumentos de cultura en esta región. Los serbios ortodoxos, los que no escaparon, en una buena parte se convierten al islam para poder sobrevivir en sus hogares, y después, en segunda o tercera generación, en las circunstancias del entorno albanés, gradualmente perdieron su identidad étnica serbia. Se trata de los procesos que duraban mucho tiempo y que se pueden comprender sólo si se entiende la situación política, social y espiritual en general de las provincias remotas del Imperio otómano durante los siglos 18 y 19. Por mucho tiempo en Kosovo y Metohija los albaneses eran la minoría en comparación con los serbios ortodoxos, pero contaban con el fuerte apoyo de las autoridades turcas, en las cuales ellos también tomaban parte, ocupando altos puestos en la administración turca.

El conocido hostórico británico Harold Temperley (Harold William Vazele Temperley)  destacó claramente que ¨los serbios convertidos al islam, llamados los arnautas son los enemigos más encarnizados de los serbios¨. Temperley fue el profesor de la Universidad de Harvard y Cambridge, y en el año 1921 fue el representante en la Comisión de fronteras albaneses. Muchos escritores y viajeros europeos escriben sobre la gradual limpieza étnica de los serbios y de Vieja Serbia (Joseph Muller, Aleksandar F. Gilferding, Victor Berar, Ivan C. Iastrebov, Gaston Graviey otros). Hadzi Serafim Ristic, el archimandrita de Decani, el monasterio serbio, situado en Metohija, interpuso una apelación al sultán Abdul Asis, la que éste publicó después en forma del libro¨El llanto de Vieja Serbia¨ (Zemun 1864), dedicandolo al prelato inglés William Denton. En este libro se exponen con muchos documentos todos los crímenes que acometieron los albaneses contra los serbios en Metohija y Kosovo.

¨El Llanto de Vieja Serbia¨   ¨El llanto de Vieja Serbia¨, el libro escrito por el archimandrita del famoso monasterio serbio de Decani, situado en Metohija, representa el testimonio sistematizado y documentado sobre las dimensiones del terror y limpieza de los serbios en el territorio de Vieja Serbia durante la mitad del siglo 19. El contenido del libro antes de la publicación, estaba dirigido al sultan turco como la apelación, describiendo los sufrimientos de los serbios ortodoxos. El libro está dedicado al prelato inglés William Denton, el protector de los cristianos en Turquía, el ¨generoso amigo y defensor del pueblo serbio¨.

La limpieza étnica de los serbios continuó aún más después de la fundación de la Liga Albanés en Prizren en el año 1878, que indudablemente resaltó las pretensiones de la creación de Gran Albania. El respectable histórico europeo Konstantin Jirecek afirma que en el período desde 1878 hasta 1912, cerca de 150.000 de serbios ortodoxos fueron empujados a las zonas centrales de Serbia actual (en aquellos tiempos el Reino de Serbia). A pesar de la supresión forzada y de masas de serbios de Kosovo y Metohija, en estas zonas, justo cien años atrás, el porcentaje de los serbios ortodoxos y musulmanes, y de los albaneses en su mayoría musulmanes fue 50% : 50% (El seminario teológico ortodoxo serbio fue fundado en Prizren en 1871). H.N. Brailsford en su libro Macedonia, escrito en el año 1905, está muy convincente en hablar sobre este proceso. Él dice que los albaneses demuestran ¨un terorismo medio feudal¨ hacía el mundo eslavo¨. En finales del siglo 19 y a comienzos del siglo 20, Austro-Hhungría prestaba apoyo a los albaneses en su avance a Vieja Serbia. El investigador británico R.G.D. Laffan, escribe entre otros hechos que : ¨El número de los albaneses aumentaba en Vieja Serbia porque Austria les apoyaba y incitaba. Deberíamos observar el mapa étnico de Serbia, que en el año 1909 publicó Alfred Stead, que demuestra que el número de los albaneses étnicos en Kosovo y Metohija fue muy limitado y que éstos eran en su mayoría ¨los serbios albanizados¨.

Además de numerosas fuentes rusas, franceses y otras, sobre este proceso nos sirve de testimonio y el material diplomático inglés. Por ejemplo, ser George Banham escribe al marqués Lansdown, en el 7 de mayo de 1901, que 40 familias serbias, como consecuencia del terror albanés, fueron forzadas de huír al Reino de Serbia. Otro diplomático inglés, senor Jung, escribíó al marqués de Lansdown, en el 9 de setiembre del ano 1901, lo siguiente: ¨Vieja Serbia está una región todavía turbulenta por falta de ley, venganza y odio racial de los albaneses¨. En el mismo informe Young añade que continúan las persecuciones de la populación serbia y que 600 albaneses con la ayuda de 50 soldados turcos ¨reducieron un pueblo de 60 hogares a su cuarta parte¨. El informe de Young de diciembre 1901 es el testimonio de que desde la primavera hasta el diciembre, 250 familias serbias fueron expulsadas por terror albanés al Reino de Serbia.

Este proceso fue parado en el año 1912, con la liberación de Vieja Serbia y toda Península Balcánica del poder turco, gracias a la acción común de los cristianos balcánicos. Pero se repitió en forma aún más brutal durante la Segunda Guerra mundial, durante la existencia de Gran Albania, nazi y facista, cuando la mayor parte de Metohija y una parte de Kosovo estaban incorporadas a esta zona creada por autoridades de ocupación. Además de 10.000 serbios asesinados, durante la ocupación facista en Kosovo y Metohija, entre 80.000 y 100.000 serbios fueron expulsados, mientras casi el mismo número de albaneses de Albania fueron colonizados a estas regiones serbias. Y Hermann Neubacher, el especial plenipotenciario político de Tercer Reich para Europa del sudeste, escribe sobre estos crímenes.

Nuevas autoridades comunistas, en vez de volver a todos serbios exiliados a sus propiedades, sus campos y casas, les prohibió volver. La etapa final de la limpieza étnica de Kosovo y Metohija, fue ejecutada bajo el gobierno comunista, por los líderes políticos de la Provincia de Kosovo y Metohija. Los albaneses tenían el pleno poder en esta provincia, y en vez de usar esta autonomía para mejorar el ambiente multicultural y multiétnico de Kosovo y Metohija, ellos se concentraron a la limpieza étnica de estas regiones serbias. Parece absurdo, pero los políticos federales del estado de ex-Yugoslavia no hicieron nada para proteger a los serbios en esta provincia autónoma. Tratándose de la época reciente, existe una enorme documentación sobre todo este proceso, no sólo en archivos sino también, en documentos de video y sonido. Lamentablemente, los serbios, no hicieron nada para publicar este material extenso, ni lo presentaron al público europeo. Al contrario, hoy por el mundo se rumorea una cuasillamada verdad de que los srebios étnicamente limpian Kosovo y Metohija. En realidad ellos son unas grandes y trágicas víctimas de una de las mayores limpiezas étnicas en la historia europea contempóranea.